Exfoliar tu piel, más importante de lo que piensas

Si nos remontamos a nuestra historia podemos observar que el pueblo egipcio elaboraba exfoliantes mezclando aceites animales, sal y polvo de alabastro o baños de leche de burra con un efecto exfoliante gracias al ácido láctico que contiene.

Nuestra piel produce continuamente células nuevas que emergen a la superficie con la finalidad de remplazar a las antiguas.

Es un constante proceso que permite la regeneración cutánea. La eliminación de las células muertas en las capas exteriores promueve la regeneración celular, libera a la piel de la suciedad incrustada y estimula la circulación sanguínea, devolviendo la juventud y la luminosidad a nuestro rostro.

Además, nos ayuda a suavizar las líneas de expresión, reducir pequeñas marcas y secuelas del acné, y a unificar el tono del rostro. Una piel mejor oxigenada está más receptiva, de este modo los tratamientos y los productos cosméticos penetran más fácilmente y con mayor rapidez, siendo más eficaces y con un resultado más óptimo.

Podemos clasificar los peeling dependiendo del grado de profundidad en el que actúan. La elección de la profundidad y por tanto, del exfoliante se hará de acuerdo al tipo de piel, lesión a tratar y de la zona afectada.

  • El peeling superficial, nos ayuda a eliminar las células muertas, aportándonos suavidad y luminosidad a la piel.  Se puede realizar 1 vez cada 7/15 días.
  • El peeling medio produce una descamación más fuerte que en el superficial. Generalmente puede aplicarse de nuevo a las seis semanas.
  • El Peeling profundo, actúa sobre las arrugas, manchas y cicatrices más profundas. Resulta más abrasivo pero la renovación de la piel es mayor.

En la actualidad existen numerosos medios para exfoliar la piel: ácido láctico, ácido gligólico, ácido retinoico, alfa hidroxiácidos, láser, microdermoabrasión, ultrasonido, caña de bambú micronizada, almendras con pepita de uva.

Tras un tratamiento de exfoliación debemos evitar la depilación, la exposición al sol, además de utilizar un protector solar adecuado.

Además, tampoco debemos rascarnos la zona tratada, ni arrancar la pieles que aparecen como consecuencia de la descamación, y aplicar el tratamiento cosmético apropiado para las necesidades de su piel.

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