Nuestra piel es uno de los elementos más fascinantes e importantes de nuestro cuerpo. Preserva el calor en invierno y nos aporta fresco en verano, además de ser el primer contacto con el mundo a través de las terminaciones nerviosas que se distribuyen a lo largo de toda la superficie de la misma.
Sin embargo, cuando llega el frío, nuestra piel se seca e inevitablemente no podemos evitar preguntarnos porqué. Desde Centro de Estética Cuidat queremos explicarte por qué sucede esto y algunos consejos para hacerle frente.
Durante la estación del invierno, incluyo ya antes, cuando llega el frío, nuestra piel sufre un mayor efecto por los factores externos, obligándonos a reforzar la capa protectora, lo que lleva nuestra epidermis a su máximo rendimiento, razón por la que ésta queda extenuada. Como consecuencia de este sobresfuerzo de la piel ante las condiciones que la rodean, esta queda pálida, fría y seca, llegando a producir sensaciones incómodas e incluso demacrarse. Por ello, es importante cuidar la capa protectora de la piel acortando el tiempo de la ducha, con aguas, además, no muy calientes, y poco gel o jabón, pues esto acaba con la capa protectora.
Además, es importante usar cremas protectoras para recuperar la capa de protección, logrando proteger así nuestra piel.