Nuestra piel es uno de los mecanismos más apasionantes y complejos que existen, por ello, esta se ve afectada por multitud de hechos y procesos. En esta ocasión, desde Clínica Dermatológica Granada queremos abordar cómo afectan algunas hormonas a nuestra piel. Y es que los cambios hormonales producen, entre otros efectos:

• Una disminución de los poros en nuestra piel, creando una piel lisa, antes de ovular a raíz de los picos de estrógeno, construyendo el colágeno y la elastina, ayudando a hidratar nuestra piel y a repararla.
• Una piel brillante antes de ovular, también por los picos de estrógenos, que durante el embarazo hace relucir nuestra piel aún más.
• Un agrandamiento de los poros y la producción de acné a raíz del sebo durante la pubertad, derivado del aumento de los niveles de testosterona.
• Una piel más desgastada y menos elástica, que nos hace envejecer un poco en el fin del periodo de la evaluación, que se recupera con el nuevo ciclo, pero que se produce por la disminución de estrógenos.
• Una piel opaca, delgada y algo arrugada, con un menor tono en el caso de que tengamos un menor nivel de estrógenos.
• Una pigmentación más intensa y la aparición de arañas vasculares en el caso de altos niveles de estrógenos.
• Una piel más tosca y gruesa, con un mayor acné en el caso de que tengamos un mayor nivel de andrógenos.
• Una piel delgada y arrugada, seca, con un menor vello y cierta palidez ante el menor número de andrógenos.

Las hormonas son un elemento muy importante en la forma en la que luce nuestra piel, por ello, ante signos raros del comportamiento de la misma es mejor consultar a un dermatólogo.