La vitamina C ofrece múltiples beneficios a la piel. Se puede introducir en el organismo de forma oral o tópica. De forma tópica los niveles de absorción en las células epiteliales es unas 30 veces mayor. A continuación, enumeramos los beneficios más importantes.
- La vitamina C es un potente antioxidante que protege de la oxidación celular provocada por los radicales libres, de esta forma reduce el fotoenvejecimiento.
- Fortalece la barrera de protección cutánea reduciendo la pérdida de agua transepidérmica. Ello mejora la hidratación y defensa de la piel.
- Ayuda a sintetizar colágeno, cuya producción va disminuyendo con los años. De esta forma aumenta la densidad de la dermis, conservando su firmeza y elasticidad.
- También ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y la regeneración celular, y, por tanto, la resistencia dérmica a los agentes patógenos.
- La vitamina C es una de las moléculas más útiles para el tratamiento de quemaduras cutáneas y otras afecciones inflamatorias de la piel como la psoriasis, las cicatrices posoperatorias, las estrías, etc.
- Con concentraciones superiores del 5%, el ácido ascórbico reduce la hiperpigmentación y ayuda a reducir y eliminar las manchas de la piel.
- Proporciona luminosidad y mayor claridad a la piel porque normaliza la permeabilidad de los capilares.
- Es muy recomendable para fumadores, dado que la nicotina reduce las reservas de vitamina C del organismo.
- Mejora la efectividad de procedimientos dermatológicos como peelings y microdermoabrasión.
Estos son algunos de los beneficios que esta vitamina tiene nuestra piel, ¡aprovéchalos!